Acompañé a Samuel Esteban al paseo de fin de año que tuvo con su curso, el 2º C del Colegio Mundo Mágico de Temuco, y me sentí 100% dichoso al estar con él en una estrecha relación de padre e hijo.
Fuimos al Water Slide Park, que queda camino a Vilcún. Hace 5 años atrás visité ese parque junto con mi curso del Colegio Gracia y Paz, pero nunca lo había hecho con alguien de mi familia.
El lugar era espectacular y asimismo fue el tiempo que pasamos juntos, Samuel y yo.
Jugamos a la pelota con sus compañeros, y ambos metimos goles. También jugamos al taca-taca.
Samuel me sorprendió muchas veces, por ejemplo, al haber sido el primer niño de todo el parque en entrar a la piscina, y también fue de los primeros en entrar al nuevo juego del Tsunami.
Me impresionó también ver que se subió y se deslizó por el tobogán gigante antes que yo. Veo que está creciendo este hijito.
En el video adjunto se aprecian fotos de los juegos y al final hay tres extractos de videos sobre el Tsunami y sobre mi lanzamiento en el tobogán gigante, grabado por Samuel.
En resumen, fue un día muy especial. Mi corazón hace bum bum de felicidad.
miércoles, 29 de diciembre de 2010
viernes, 24 de diciembre de 2010
Navidad 2010
Creo que esta ha sido la Navidad más desestresada que he vivido desde que dejé de ser niño.
Ruth tiende a angustiarse o afanarse en estas fechas pero esta vez venció esa tentación.
Un medio que Dios usó para lograr ese cambio fueron los escritos de Sugel Michelén en u blog Todo pensamiento cautivo
Estamos contentos de estar lejos de la fiebre del consumismo o de la presión por hacer regalos.
Quisimos centrarnos en Jesús y eso estamos haciendo.
En la iglesia estamos en la misma sintonía.
Ayer y hoy tuvimos una campaña evangelística en la que enfocamos nuestra mirada en la figura y la misión de Jesús, y que concluímos con un coro de niños (entre los que estaban nuestros hijos) que fue cantando himnos navideños por algunas casas y pasajes de la Villa El Salitre, acá en Temuco.
A Ruth y a mí nos agrada eso de ir donde están las personas para llevarles el evangelio.
Mañana tendremos un culto de Navidad en la tarde y pensamos cenar en nuestro hogar.
Me gustaría mucho pasar esta Navidad con mi papá.
Hoy lo llamé para invitarlo y me dijo que mañana me daría la respuesta.
Sería la primera noche buena que pasaría junto a sus nietecitos Susana y Samuel.
Y sería la primera Navidad de la que tendré memoria de haberla pasado con él.
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