Al subir el video de mis pequeños artistas, encontré en el baúl de los recuerdos algunos videos en que participé como payaso junto con Samuelito allá en Iquique.
Y si quieres ver otros videos, sólo tienes que hacer clic en mi canal de Youtube
sábado, 30 de abril de 2011
Samuel clarinetista y Susana pintora
Mientras yo le tomaba una foto a Susana, Samuel se animó a tocar música de fondo.
Ella pintó la caja con espejo que le regalo su mamá, y Él tocó la canción "Mira niñita" que comenzó a sacar.
Samuel está contento porque en su escuela le prestaron un clarinete nuevo para practicar, que es evidentemente mucho mejor al que usaba anteriormente.
lunes, 25 de abril de 2011
Lo bueno y lo malo de Pucón
El 24 de abril cumplí dos meses viviendo en Pucón.
Me parece que es tiempo suficiente para compartir mi percepción de lo bueno y lo malo que observo en mi nueva ciudad.
Lo Bueno:
Vivir a pasos del lago y con una panorámica permanente del volcán Villarrica, tal como se puede ver en la foto que me tomó hoy Ruth a dos cuadras de nuestra casa.
Lo Malo:
Vivir lejos de centros urbanos que cuenten con más servicios. Por ejemplo, acá no hay Servipag, no hay Corpbanca, no hay sucursal de mi AFP, no hay venta de ciertos bonos de Fonasa, etc.
Lo bueno:
Se "respira" un mayor aire de seguridad ciudadana. Es común ver bicicletas en la vía pública, afuera del supermercado o de otras tiendas o casas, sin candado alguno. Hasta yo he hecho la prueba dejando mi bici afuera del súper, sin que haya habido ningún peligro.
Lo malo:
Me llama la atención ver a diario automovilistas que conducen en el sector centro en sentido contrario. Esto no lo había visto en otros lados con tanta frecuencia como acá.
Lo bueno:
Encuentro que la ciudad es limpia. Los camiones recolectores de basura pasan todos los días. También pasan permanentemente camiones recogiendo escombros y otros desechos mayores. La municipalidad envía trabajadores a cortar el pasto en los prados que dan a la calle, sin costo para los vecinos.
Lo malo:
Tengo la percepción que la calidad de la educación es inferior a otras comunas en las que he vivido.
Lo bueno:
Al visitar distintas casas, me he enterado que en muchos casos las viviendas han sido construidas por sus propios dueños; y al sentarnos a la mesa, suelo degustar variadas mermeladas hechas por las dueñas de casa.
Acerca de las casas, también me llama la atención lo común que es hallar familias que tienen varias casas en sus terrenos, para arrendar en tiempo de verano.
Lo malo:
Faltan alternativas laborales para ser desarrolladas en épocas de temporada turística baja.
En cuanto a la salud, faltan especialidades médicas, pero a nivel de consultorio hemos recibido una buena atención.
Finalmente, es Bueno que existan iglesias evangélicas en la comuna, pero es Malo que no sea evidente su presencia en la comunidad.
¿Qué más se podría añadir a esta evaluación inicial?
¿Con qué concuerdas y con qué no?
Me parece que es tiempo suficiente para compartir mi percepción de lo bueno y lo malo que observo en mi nueva ciudad.
Lo Bueno:
Vivir a pasos del lago y con una panorámica permanente del volcán Villarrica, tal como se puede ver en la foto que me tomó hoy Ruth a dos cuadras de nuestra casa.
Lo Malo:
Vivir lejos de centros urbanos que cuenten con más servicios. Por ejemplo, acá no hay Servipag, no hay Corpbanca, no hay sucursal de mi AFP, no hay venta de ciertos bonos de Fonasa, etc.
Lo bueno:
Se "respira" un mayor aire de seguridad ciudadana. Es común ver bicicletas en la vía pública, afuera del supermercado o de otras tiendas o casas, sin candado alguno. Hasta yo he hecho la prueba dejando mi bici afuera del súper, sin que haya habido ningún peligro.
Lo malo:
Me llama la atención ver a diario automovilistas que conducen en el sector centro en sentido contrario. Esto no lo había visto en otros lados con tanta frecuencia como acá.
Lo bueno:
Encuentro que la ciudad es limpia. Los camiones recolectores de basura pasan todos los días. También pasan permanentemente camiones recogiendo escombros y otros desechos mayores. La municipalidad envía trabajadores a cortar el pasto en los prados que dan a la calle, sin costo para los vecinos.
Lo malo:
Tengo la percepción que la calidad de la educación es inferior a otras comunas en las que he vivido.
Lo bueno:
Al visitar distintas casas, me he enterado que en muchos casos las viviendas han sido construidas por sus propios dueños; y al sentarnos a la mesa, suelo degustar variadas mermeladas hechas por las dueñas de casa.
Acerca de las casas, también me llama la atención lo común que es hallar familias que tienen varias casas en sus terrenos, para arrendar en tiempo de verano.
Lo malo:
Faltan alternativas laborales para ser desarrolladas en épocas de temporada turística baja.
En cuanto a la salud, faltan especialidades médicas, pero a nivel de consultorio hemos recibido una buena atención.
Finalmente, es Bueno que existan iglesias evangélicas en la comuna, pero es Malo que no sea evidente su presencia en la comunidad.
¿Qué más se podría añadir a esta evaluación inicial?
¿Con qué concuerdas y con qué no?
viernes, 15 de abril de 2011
Ser un pastor en la ciudad
Más de una vez he oído hablar sobre la idea de ser pastor de la ciudad.
Entiendo que esto significa reconocer responsabilidad más allá de la iglesia local.
Usualmente este concepto se asocia con tener visión de Reino (Reino de Dios).
Al trabajar en unidad con otras iglesias cristianas de la ciudad se puede aplicar esta noción.
Hoy descubrí otra faceta en que puedo ser uno de los pastores en Pucón.
Temprano hoy llegué al Consultorio/Hospital para pedir hora para atención médica para mi hija.
Nuevamente vi los intentos de algunas personas por "colarse" en la fila.
En dos ocasiones anteriores intervine para evitar esto pero no tuve éxito.
Pero esta mañana fue diferente.
Describo la situación:
Todos estábamos haciendo una fila para pedir hora. De pronto se abrió una ventanilla lateral para dar hora para la matrona. Cuando casi no quedaban mujeres en esta segunda fila escuché decir a una señora .-que recién venía llegando- que se pondría en esa fila porque seguramente le darán hora para médico tal como ocurrió otro día. Así lo hizo, y cuando vio que tenía esperanza de que le resulte su plan empezó a llamar a sus amistades para que sigan su ejemplo y así evitar larga espera en la otra fila.
En ese instante, con serenidad pero con decisión, me acerqué a la ventanilla y le expuse al funcionario lo que estaba pasando. Él me respaldó y puso orden, debiendo salir los colados de ahí, y aclaró que cuando se acaben las horas para matrona atenderá a los de la fila inicial.
Hasta ahí todo iba bien, pero me puse un poco nervioso cuando una hermana de la iglesia que es funcionaria del Hospital se me acercó y al saludarme me trató de "Pastor".
Me pregunté:¿Qué dirán los que estaban a mi lado al saber que soy pastor? ¿Pensarán que soy problemático? ¿Seré causa de tropiezo para ellos?
Luego recordé que dos personas de la fila habían manifestado su aprobación a lo que hice, y mejor aún, me vino a la mente que si alguien me preguntara con que autoridad hice eso le podría explicar que está bien que espante a los lobos por el bien de las ovejas... de las ovejas en mi ciudad.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)