El campo es Pucón, con toda su gente, tanto residentes como turistas.
El trabajo a realizar es la predicación del evangelio a toda criatura.
De Jesús aprendí que a falta de trabajadores, lo que tengo que hacer es pedirle a Dios Padre -que es el dueño de la cosecha- que envíe obreros a su cosecha (Mateo 9:37-38).
Por eso le ruego que tenga misericordia y que nos envíe a los suyos para hacer este trabajo, que hemos estado posponiendo por tanto tiempo.
Máquina cosechadora |
Al preguntar por qué no eran cosechados me respondieron que se debía a que no había máquinas cosechadoras disponibles. ¿Y por qué no las había? Porque no podían salir de un sector bajo amenaza de sufrir ataques terroristas, o porque las demás estaban ocupadas en otros campos.
Las cosechadoras, Jean Francois Millet, 1857 |
Desde luego esto me hizo pensar.
¿Y cómo se cosechaba antes, cuando no había máquinas?
Se hacía de manera manual pero eso requería contar con muchas personas y toma mucho más tiempo que lo que demora una trilladora.
¿O sea, que por confiar en la tecnología y por estar acostumbrados a que una máquina haga el trabajo, vamos a arriesgarnos a perder la cosecha? Triste pero cierto.
Y pensar que algo similar ha llegado a ocurrir en el área del evangelismo:
Sabemos que hay que evangelizar, sabemos que hay muchos que necesitan oír el mensaje de salvación en Cristo, pero como ponemos nuestra confianza en más recursos, en programas, en estrategias humanas, en equipos misioneros, en músicos, en amplificación de calidad, etc. preferimos no hacer el trabajo bajo el riesgo de que muchos se pierdan.
Recuerdo bien el momento en que comprendí que Jesús no nos exhortó a pedir al Señor de la mies que envíe una máquina cosechadora sino a rogar para que envíe obreros a su mies.
Si quieres, únete conmigo en este clamor, pero ten presente que Dios te puede llamar a ser tú mismo unos de sus obreros.
Aviso: Desde el sábado 28 de enero hasta el lunes 6 de febrero de este año 2012, Dios mediante estaremos evangelizando en Pucón, al aire libre. Esperábamos recibir un equipo de 4 personas que nos vengan a ayudar, pero ayer nos avisaron que es posible que no venga ninguno. Ellos eran nuestra cosechadora, pero a falta de cosechadora, aunque sea a pulso, los que estemos saldremos a cosechar.
¿Quieres acudir tú también al llamado?
Consúltalo primeramente con Dios y luego contáctate con nosotros.
Santiago Castro Leguizamón
Pastor asistente
Iglesia ACyM Pucón
santiruth@gmail.com