Unos se llenan de temor, otros se burlan de los vaticinios
de catástrofes para el día de mañana, otros son indiferentes.
Sea cual sea tu situación, creo que es hora de decir que
solamente en el Señor Jesucristo hay salvación.
Si estás lleno de temor, reconoce que estás perdido,
arrepiéntete de tus pecados y cree que Jesús vino y murió en la cruz para
salvarte, para perdonarte, para darte su paz que sobrepasa todo lo imaginable.
Si hasta ahora lo que más has hecho es reírte del pánico o
de las creencias de otros, considera que para muchos no es una broma lo que
están sintiendo, y que es hora de compartirles el evangelio.
Si hasta el momento te embarga la indiferencia, puede ser
que estás demasiado ensimismado. Si eres creyente en Cristo, revístete de la
compasión por los perdidos, que era algo que caracterizaba a nuestro Señor. Si
no eres seguidor de Cristo, ten presente que no tienes el destino en tus manos.
Ríndete a Él y vive para Él.
¿Qué sucederá mañana?
Tal vez nada fuera de lo común o tal vez algo o mucho fuera de lo común. Sea como sea,
los que estemos en Cristo viviremos seguros y confiados en Él.
Santiago Castro Leguizamón
Pucón.