Nuestra hermosa hija es linda por fuera y por dentro.
Apenas nació, la matrona exclamó: ¡Es colorina!
... y la belleza de su color de pelo es algo que la distingue hasta hoy.
Pocos días atrás fue a Temuco con la mamá a cortarse el pelo, o mejor dicho a vender su pelo, porque a cambio le pagaron nada menos que $50.000 pesos chilenos (85 USD).
Pero lo mejor de todo fue qué hizo o está haciendo con el dinero:
Se ha comprado lindos juguetes que ha compartido con sus amigas, le hizo un buen regalo a su hermano, ofrendó la décima parte en la iglesia, ayer compró unos pastelitos a quienes le acompañamos, y está guardando el resto.
Por eso digo que es tan linda por dentro.
En fin, me gustaría tener una hija como ella.
PD. A los más cercanos, les pido que si les alegra esta entrada del blog, reserven sus comentarios ante Susana, porque probablemente le incomodaría recibir elogios... pero es tan hermosa que no resisto la idea de honrarla con esta palabras.
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