domingo, 29 de agosto de 2010

Sobre el llamado misionero


Últimamente he estado meditando en el llamado o en cómo se desafía a las personas a involucrarse en tareas misioneras.

Me di cuenta que demasiadas veces se pasa por alto o se da como obvio el tema del llamado de Dios. Por ejemplo, esto ocurre cada vez que se invoca el interés o la pasión de la persona (como si se tratara de una ocupación laboral más); o cuando se apela a la valentía personal o a la voluntad de sacrificarse por causa de Cristo (así como otros están dispuestos a dar su vida por Alá o por otra causa).

En mi propia experiencia, confieso que fui influenciado por declaraciones tales como "lo único que se necesita son personas dispuestas"... en mi caso, lo malo fue que yo estaba dispuesto y por eso me involucré cada vez más en tareas y en proyectos de formación misionera, pero no estaba llamado por Dios para ello.

Triste pero cierto.

He resuelto no animar a nadie más para que se involucre en misiones con motivaciones basadas en el hombre. Ya entendí que no se trata del que quiere sino de a quien Dios llama conforme a su misericordia. Esto es lo primero y lo fundamental. Se requiere de una convicción de saberse llamado por Dios y que posteriormente la iglesia confirme este llamado.

Creo que es equivocado pretender que todos son llamados a ser misioneros y que sólo falta la disposición a obedecer.

Pienso que es mejor no identificar el llamado misionero con la mera sensibilidad con la pobreza o con el sufrimiento humano (en la vida presente o en la futura).

Me parece que la alta deserción de misioneros se debe en parte a confusiones en torno al llamado.

Como para seguir desarrollando el tema...

3 comentarios:

  1. Concuerdo contigo Santiago en la importancia del llamado. También he escuchado a algunos hablar de sentir pasión por las misiones y se da por sentado que así es. He entendido que más que cualquier cosa, a lo que Dios nos llama es primeramente a conocerle a El, para después ir a proclamar su nombre a otros. Sin embargo, me he encontrado con gente que dice sentir pasión por las almas, pero no conocen las Escrituras, por lo tanto no conocen a Dios. Ni siquiera tienen claro cuál es el verdadero mensaje del evangelio que Cristo nos mandó a llevar por todas las naciones (que se arrepientan y crean). Pienso que las formas como se está presentando hoy el tema misionero muchas veces lleva a la gente a conectarse de una manera más bien romántica. Como dices tú, en respuesta al sufrimiento humano o a la pobreza. Dios nos ayude para entender que todo empieza en El y termina en El. Bendiciones.

    ResponderEliminar
  2. Me gustó mucho el comentario de Maritza. Concuerdo con ella.
    Y en lo personal, y recordando antaño, pienso q se anima demasiado a estas labores en algún tipo de iglesias, haciendo q todo mundo (sobre todo jóvenes), se sensibilicen profundamente, las emociones son exacerbadas a lo máximo con frases como las q menciona el Santi y de ahí q muchos se deciden por un servicio específico para el cual no han sido llamados... ahora bien ¿cómo es el llamado?, no lo sé bien, en algún momento de mi vida creí haber sido llamada en esta área específica y con los años he sufrido mucho con la culpa de pensar q estropeé con mi pecado el plan de Dios... en fin, tantas cosas de largo conversar... pero en general hoy pienso q se debe más q nada por esos servicios religiosos altamente emotivos en q todo mundo se siente llamado al campo misionero.
    Y sg leo a Pablo estaba bien clarito q él fue llamado por voluntad de Dios a ser apóstol, fue una mandato de Dios para él: "... apóstol de Jesucristo por la voluntad de Dios" Col 1:1 Ef 1:1 Gal. 1:1 1Tim 1:1 2ªTim 1:1 etc etc etc
    Saludos amigo.
    Nora

    ResponderEliminar
  3. Pienso que tenemos que revisar bien nuestras creencias y prácticas en muchos ámbitos, para ver si concuerdan con lo que Dios nos dice en la Biblia o si sólo se trata de mandamientos de hombres. Muy buenos sus comentarios, Maritza y Nora.

    ResponderEliminar