Sin
buscarlo, descubrí cómo vencer la tentación a consumir.
Contexto: Estaba visitando una librería cristiana.
Revisando los estantes descubrí que no tenía un libro de una buena serie de
libros de Darrow Miller y otros autores. Me saltó el corazón por el deseo de
comprarlo, pero hice una pausa y no lo hice.
¿Qué me
llevó a no comprar?
Me di
cuenta que si me enfoco en lo que NO
tengo, voy a querer adquirir ese nuevo libro. (“¡Vaya, no tengo ese libro,
podría comprarlo, se ve que es bueno, no está caro, tal vez en otra oportunidad
no esté a la venta!”)
Pero si me
enfoco en lo que SÍ tengo, voy a
vencer el impulso de querer comprar. (Es cierto que sería bueno tenerlo, pero,
¿he leído completamente los otros 3 libros que tengo de esa serie de estudios?
No, entonces, me centraré en lo que ya tengo y les sacaré más provecho. Más
adelante, podría comprar el que me falta. No hay apuro.)
Probablemente,
no todos tienen las mismas tentaciones consumistas que yo, pero que cada uno lo
aplique a su área de debilidad.
Nota: Como
consecuencia de este aprendizaje, he estado leyendo uno de los libros de la
serie que he mencionado (“El Reino inconmovible de Dios”) y le estoy sacando
mucho provecho.
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