lunes, 4 de septiembre de 2017

¡Tengo trabajo!


Hoy tomé consciencia de esta realidad. Y como consecuencia, celebro que así sea.
Mi situación es un tanto comparable con lo que le pasa a una mujer -que está dedicada al cuidado de su hogar- cuando le preguntan si tiene trabajo. Unas responderán “No tengo trabajo, sólo soy dueña de casa”, pero otras dirán “¡Tengo mucho trabajo!”

Imagina el siguiente dialogo:
-          Santiago, ¿tienes trabajo?
-          No, estoy buscando trabajo.
-          ¿Y de qué has vivido tú y tu familia estos últimos 6 meses?

Desde hoy creo que voy a responder esta usual pregunta, de una manera diferente.  Es cierto que no he tenido un trabajo formal, pero no he dejado de trabajar, de servir, de ayudar al prójimo, de compartir el evangelio en palabras y en obras. Tengo la certeza de que sobre todo es a Dios a quien sirvo, y que él es galardonador de los que le buscan. Mi Padre celestial es mi Señor, mi amo, mi jefe, mi empleador. Estoy a sus órdenes, y creo que Él se deleita en regalonearnos proveyendo lo que necesitamos para vivir y para compartir con el que tiene necesidad.

Vamos con un ejemplo: En el último mes, recibimos como familia, ingresos que duplican lo que recibíamos en mi último trabajo. Nuestra mayor fuente de recursos proviene de personas que son tocadas por Dios para bendecirnos financieramente. ¡Esto nos impacta, y nos lleva a ser más humildes y agradecidos!

Gracias a Dios no tenemos ninguna deuda. Hasta pudimos adquirir y pagar completamente un departamento en estos meses de “cesantía”. Dios nos ha bendecido de maneras inesperadas. ¿Por qué hace eso? Creo que es porque somos sus hijos, sus hijos amados, hijos que le sirven y que anhelan ser cada vez más útiles en su Reino. No encuentro otra explicación.

Por supuesto que Ruth y yo también estamos dispuestos a trabajar en otro tipo de trabajos, y cuando eso suceda, continuaremos viendo a Dios como nuestra principal fuente de sustento; pero ¡déjame saborear este tiempo!

Soy profesor de enseñanza básica, me encanta enseñar, varios reconocen que tengo un don de la enseñanza, y me gustaría mucho poder bendecir a muchos niños con mi servicio. Debido a ello he estado presentando curriculum vitae en distintos establecimientos educacionales. Todavía no estoy empleado como docente, pero mientras tanto, y seguramente después también, seguiré haciendo los trabajos que me encargue Dios… como por ejemplo, escribir esta publicación, que como muchas anteriores, puede servir para el bien de mis lectores y para que Cristo se glorifique a través de ello.

2 comentarios:

  1. aaaah ya entiendo... que buen punto de vista y que bonito testimonio, o que bonita vivencia, desde el otro lado también suele ser una extraordinaria vivencia aunque quizás tal vez más dificil y dolorosa, pero en ambos casos siendo provisto o no me parece que el Señor está en medio de Sus hijos para ir haciéndoles cada vez más a la imagen de Jesús.

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  2. BNN ...BUENO ES VER LAS COSAS DESDE OTRA ÓPTICA Y QUE BN COMO DIOS LES A BENDECIDO LINDO TESTIMONIO ...Y PEGA DEBE HABER POR AHÍ PUES EN SU MOMENTO YA LLEGARA ...SLDSSS!!!

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