jueves, 24 de agosto de 2017

Corrige a tu hijo y te dará descanso, y dará alegría a tu alma

Estoy leyendo el libro "Límites para nuestros hijos". Es muy bueno. Me hace pensar, me enseña, me inspira y me aporta citas bíblicas de gran valor.
Ahondando más en la Biblia, encontré un versículo que me llama para que escriba de él.
Proverbios 29:17 dice: "Corrige a tu hijo y te dará descanso, y dará alegría a tu alma".
Pienso que tuvimos, Ruth y yo, la preciosa tarea de amar y de corregir a nuestros hijos (como muestra de ese amor); y que como consecuencia, hoy disfrutamos del descanso y de la alegría al alma que eso nos da.
La tarea no ha terminado, ya que Samuel tiene 14 años y Susana 12, pero es valiosisimo ver cómo ha sido cultivado el carácter de ambos. Siguen dependiendo de nosotros, sus padres, pero a medida que van creciendo en responsabilidad también va creciendo su libertad.

Belleza y limpieza en una quebrada de Valparaíso

Esta foto la tomó Renato de Brasil. Al fondo aparecen algunas palmas chilenas.

El domingo pasado invitamos a almorzar a tres amigos: un brasileño y dos peruanos.
Después de comer los llevamos unos metros más abajo de nuestro Block, a un mirador del Cerro Rodelillo, desde donde se puede apreciar la bahía de Valparaíso y una quebrada que se caracteriza por tener hermosos ejemplares de palmas chilenas (que son una especie que Conaf quiere declarar en peligro de extinción. Si quieres más información, haz clic aquí)

Una vista más panorámica.

A Fiorela de Perú le encantó el lugar, pero lo único malo fue que había mucha basura cerca del mirador, la que fue depositada hace no sé cuanto tiempo en la quebrada.



Pensé que un día de estos podría salir a limpiar ese lugar, y eso fue lo que hice hoy en la mañana.
En las fotos de arriba sale el antes y el después de la limpieza.
Quedé feliz por la misión cumplida.

¿Que qué me motiva?
Me motivan los valores del Reino de Dios. 
Pienso que a Jesús le gusta que la gente viva en ambientes bellos y limpios.


Esta es la basura que recolecté.


En ese camión se fueron las 11 bolsas.

martes, 22 de agosto de 2017

Tentado a consumir


Sin buscarlo, descubrí cómo vencer la tentación a consumir.

Contexto:  Estaba visitando una librería cristiana. Revisando los estantes descubrí que no tenía un libro de una buena serie de libros de Darrow Miller y otros autores. Me saltó el corazón por el deseo de comprarlo, pero hice una pausa y no lo hice.

¿Qué me llevó a no comprar?

Me di cuenta que si me enfoco en lo que NO tengo, voy a querer adquirir ese nuevo libro. (“¡Vaya, no tengo ese libro, podría comprarlo, se ve que es bueno, no está caro, tal vez en otra oportunidad no esté a la venta!”)

Pero si me enfoco en lo que SÍ tengo, voy a vencer el impulso de querer comprar. (Es cierto que sería bueno tenerlo, pero, ¿he leído completamente los otros 3 libros que tengo de esa serie de estudios? No, entonces, me centraré en lo que ya tengo y les sacaré más provecho. Más adelante, podría comprar el que me falta. No hay apuro.)

Probablemente, no todos tienen las mismas tentaciones consumistas que yo, pero que cada uno lo aplique a su área de debilidad.

Nota: Como consecuencia de este aprendizaje, he estado leyendo uno de los libros de la serie que he mencionado (“El Reino inconmovible de Dios”) y le estoy sacando mucho provecho.

jueves, 17 de agosto de 2017

Prefiero cumplir 48 que 18, ¿por qué?

Ayer cumplí 48 años y viví ese día con mucha paz y alegría.
Hace 30 años cumplí 18, y no lo viví ni con paz ni con alegría.

No quería cumplir 18 (ni 19, ni 20, ni 21, ni 22...) porque sentía que no representaba físicamente tener esa edad y sobre todo porque me avergonzaba tener que reconocer que no tenía polola (entiéndase "novia", para mis lectores no chilenos), que nunca había estado pololeando y ¡que ni siquiera había dado un beso alguna vez en la vida! Como puedes apreciar, ser un JAMÁS BESADO no era motivo de orgullo para mí.

Permíteme retroceder un poco más en el tiempo.

Cuando tenía 14 años, una vez mi profesora jefe, en primero medio, conversó conmigo... y al oír mi visión sobre las mujeres, se asombró y me dijo que pensaba que me estaba saltando etapas. A ella le parecía raro que yo no quisiera tomar a las mujeres como objeto, y que no estaba dispuesto a jugar con la atracción sexual, como tantos a mi alrededor. En el fondo, para mí lo ideal era esperar hasta conocer a quien sería mi esposa.

En teoría eso sonaba bien, pero en la realidad cada vez se me hacía más difícil vivir en esa verdad, ¡principalmente cuando descubrí cuan atractivas son las mujeres!

¿Qué pienso hoy?

Pienso lo mismo que le he recomendado a muchos:

  • Que está bien esperar. Está muy bien, aunque la presión social sea gigante para que te amoldes a la mayoría.
  • Que me hubiera gustado que algún adulto me hubiera afirmado más en mis creencias, que tenían bastante sustento bíblico, por lo demás.
  • Que realmente no tenía porqué sentirme avergonzado. Al contrario, era un motivo para alegrarse y un signo de madurez y de respeto al prójimo (sobre todo "a las prójimas").
  • Que es sabio postergar la gratificación, es decir, que vale la pena reservarse lo más puro para el matrimonio 
  • Que es un mito que sea necesario tener más experiencias sexuales antes del matrimonio para triunfar en el matrimonio (te aseguro que la luna de miel será más dulce mientras menos experimentado seas).
  • Que esa edad era un buen tiempo para aprender a amar en situaciones no románticas, y para aprender bien cual es el diseño de Dios para el matrimonio, la familia y la paternidad.
  • Que estuvo bien haber priorizado por buscar la unidad espiritual y de alma, con quien habría de ser mi amada cónyuge, sabiendo que la atracción física vendría por añadidura.
Hoy tengo 48 años, y gracias a Dios tengo un precioso matrimonio, con mi amada Ruth.
Tenemos dos hermosos frutos, Samuel y Susana. Y espero que ellos sepan valorar el consejo de Dios y el ejemplo de su padre en esta área.

viernes, 11 de agosto de 2017

Sed agradecidos...

Unos días atrás, llevé a la práctica una idea que tenía pendiente: Entregar personalmente mi gratitud a algún funcionario del Serviu (Ministerio de Vivienda y Urbanismo) por todo lo que hicieron como servicio público a favor de nuestra familia.

Hace algunas semanas, concluyó nuestro proceso de compra de un departamento usado, financiado con el subsidio habitacional DS1 y con ahorros propios, pero como en ese tiempo yo estaba en Uruguay, no había podido expresar mi gratitud, como era mi deseo.

Así fue como, al pasar frente a las oficinas del Serviu, en Bellavista, Valparaíso, le pregunté a un funcionario con quién podría hablar para cumplir mi propósito. A él le llamó la atención mi petición y me pidió que espere mientras le iba a decir a su jefa.


Su jefa me escuchó, se alegró de que alguien tenga ese gesto de cortesía y me pidió que espere otro poco, porque quería contarle la noticia a su jefa (¡a la jefa de la jefa!).

Poco después volvió con un joven que se presentó como el periodista del Serviu, quien me solicitó que le acompañe a un lugar donde improvisó un estudio para grabar un video en el que yo exprese lo que está en mi corazón.

Eso hice. Me presenté, conté lo de la compra con subsidio, aclaré que sin esa ayuda no podríamos haber comprado nuestra vivienda y di gracias a todos los que están detrás de los múltiples trámites. El periodista me dio las gracias ¡y me dijo que subiría ese video a las redes sociales del Serviu!

Cuando salí de ese lugar, pensé que un corazón agradecido puede desencadenar mucha alegría. Para ellos el efecto fue inesperado (porque es más común que el público se acerque para presentar quejas que felicitaciones) y para mí fue un motivo de gozo, al comprobar que sigue teniendo razón la Biblia cuando nos exhorta a ser agradecidos (Colosenses 3:15).

¡Extra, Extra!
Acabo de visitar la página de Facebook de Serviu Valparaíso... y vi que el 3 de agosto publicaron mi video.