jueves, 24 de junio de 2010

La Persona de Jesús, un estudio sobre el amor


El viernes y sábado de la semana pasada mostré esta foto de mis amigos de la iglesia Acym Cavancha-Iquique, en el Seminario sobre el estudio de la Persona de Jesús, en el que tuve el honor de participar como asociado del misionero Richard Eckhart.

Esta capacitación fue impartida en las dependencias del Seminario Teológico Alianza, acá en la ciudad de Temuco (donde yo también estudié 4 años), dirigido principalmente para sus estudiantes.

Para mí fue todo un privilegio poder ayudar a Richard en su trabajo y así poder dar algunas de las lecciones que enseñé cuando era pastor en Iquique, las cuales siguen siendo de bendición para mí y para todos los que las reciben.

Pero eso no fue todo, ya que de lunes a miércoles de esta semana, de 20 a 22 hrs. estuvimos de nuevo juntos dando este Seminario a los hermanos en la fe de la iglesia Acym de Villarrica, lo cual fue también muy significativo para mí.

Esa foto fue tomada cuando el Grupo de Vida que se realizaba en la casa de Nora completó las 48 lecciones que abarcan las 5 unidades del estudio de La Persona de Jesús. Para llegar a esa meta tardaron unos dos años, desde que empezamos a aplicar este estudio tras recibir la capacitación en el Retiro Espiritual del Distrito Norte Grande de la ACyM, en la semana santa del año 2.007.

En dicho retiro comencé a conocer a Richard Eckhardt, y con posterioridad seguimos en contacto. Recuerdo bien que él, junto a Paul Miller (director de seejesus y escritor del manual) tuvieron la gentileza de mandarnos un breve pero personalizado video de saludo cuando el grupo "se graduó" del estudio (por eso, con humor, mis amigos se pusieron las estolas que les llevé... claro que no alcanzó una para Hugo, pero él superó el problema poniéndose una bufanda del Nachito).

A la fecha, ese grupo sigue estudiando la Persona de Jesús en las noches de los viernes, debido a que los nuevos asistentes (y también los antiguos) pidieron volver a empezar desde la lección número uno. ¿Cómo tan fanáticos?

Hoy en día también se están dando esos estudios en casa de Juanita, todos los jueves en la noche. En pocas palabras extraño mucho esos tiempos de comunión entre los hermanos y amigos de Iquique, en torno a la Palabra de Dios.

Concluyo transcribiendo el testimonio que Sebastián Barahona (el joven maestro del grupo de Nora) escribió a petición mía para presentarlo en el Seminario Teológico, lo que hice el viernes 19 del presente:

Creo que el estudio de la persona de Jesús es fundamental en la vida de un cristiano. Conocer lo que nuestro líder hizo en la tierra resulta esencial para poder saber cómo conducirnos en este mundo y cuál es la voluntad de Dios para nosotros. Es por ello, que esta serie de lecciones acerca de la Persona de Jesús resulta provechosa para nuestra vida cristiana y es de mucha edificación en el grupo de vida. Y ello no es porque en las lecciones se traten ideas, temas y conceptos que emanan de la mente humana, sino que es porque lo que se enseña es la Palabra de Dios, las mismas Escrituras son las que nos dan testimonio viviente de lo que Jesús hizo y enseñó, las lecciones ayudan a profundizar, desglosar y concluir acerca de lo que nuestro salvador vivió, es decir, a estudiar la persona de Jesús a través de Su palabra.

Las lecciones de la Persona de Jesús en los grupos de vida nos han permitido sacar el máximo provecho de los evangelios fundamentalmente y del correcto sentido de las enseñanzas de Jesús. Su enseñanza fue tan completa que nos queda la sensación que nunca acabaremos de satisfacer lo que él vivió. Pero eso es precisamente lo que Dios quiere, que estemos en un proceso continuo de mejoramiento y crecimiento en la fe y no mantenerse estáticos en el camino a Dios. Entendiendo que el vivir de esta manera es algo que Dios pone en nuestro corazón y que él mismo hace en la vida de nosotros, dejando de lado cualquier salida al poder y el mérito humano, pues todo debe dar la gloria a Dios. A fin de cuentas, la misma salvación es una obra sobrenatural que le compete a nuestro Señor.




miércoles, 2 de junio de 2010

Lobo vestido de oveja


Parecía una tierna oveja, pero resultó ser un lobo que terminó atacándome.

Lo encontré en una micro de la línea 10, en el trayecto desde el centro de Temuco hasta mi casa.

Subió con su guitarra y se puso a cantar una canción ranchera con contenido cristiano.

Al terminar de cantar contó que él mismo le había cambiado la letra a esa canción y pasó a dar una mini predicación en la que decía que el mundo no comprende a los cristianos y animaba a los pasajeros a confiar en Jesucristo.

Hasta ahí, era admirable lo que estaba haciendo, pero todo cambió cuando empezó a pedir "cualquier monedita" como cooperación.

Cuando pasó por mi puesto, le dije con mis mejores palabras y con voz baja que pensaba que era mejor que no mezcle la predicación del evangelio con el pedir dinero.

El hasta entonces amable cantor se me acercó y me preguntó si quería que lo hiciera gratis acaso. Yo le respondí que sí, o que cante otra cosa si es que quiere dinero a cambio.

Él me preguntó con voz amenazante cuál es mi nombre y mi dirección, y me consultó si yo le iba a dar el dinero para alimentar a su familia.

No alcancé a responderle nada más y se alejó de mi presencia... a pedirle dinero a los otros pasajeros.

Cuando le conté lo sucedido a mi hijito Samuel, recordamos la historia bíblica del profeta Eliseo, quien tenía como costumbre rehusarse a recibir dinero a cambio de los milagros en que participaba, debido a que Dios era quien realmente los hacía, y como dijo Samuelito: "él era solamente un instrumento" (Ver 2 Reyes 5).

Y pensar que el cantor parecía tan buen cristiano.

Como dijo el apóstol Pablo en 2 Timoteo 3:1-5

1 También debes saber esto: que en los postreros días vendrán tiempos peligrosos.

2 Porque habrá hombres amadores de sí mismos, avaros, vanagloriosos, soberbios, blasfemos, desobedientes a los padres, ingratos, impíos,

3 sin afecto natural, implacables, calumniadores, intemperantes, crueles, aborrecedores de lo bueno,

4 traidores, impetuosos, infatuados, amadores de los deleites más que de Dios,

5 que tendrán apariencia de piedad, pero negarán la eficacia de ella; a éstos evita.